sábado, 26 de enero de 2013

Acertijos en las tinieblas II

"Bilbo parpadeó, y de pronto vio a les trasgos; trasgos armados de pies a cabeza, con las espadas desenvainadas, sentados a la vera de la puerta y observándolo con los ojos abiertos, observando el pasadizo por donde había aparecido. Estaban preparados, atentos, dispuestos a cualquier cosa.   Lo vieron antes que él pudiese verlos. Sí, lo vieron, Fuese un accidente o el último truco del anillo antes de tomar nuevo amo, no lo tenía en el dedo. Con aullidos de entusiasmo, los trasgos se abalanzaron sobre él.   Una punzada de miedo y pérdida, como un eco de la miseria de Gollum, hirió a Bilbo, y olvidando desenvainar la espada, metió las manos en los bolsillos. Y allí en el bolsillo izquierdo estaba el anillo, y él mismo se le deslizó en el dedo índice. Los trasgos se detuvieron bruscamente. No podían ver nada del hobbit. Había desaparecido. "

(Alan Lee)


El Hobbit, capítulo V

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